Fernando Alonso saldrá tercero por detrás, de los imparables Red Bull de Vettel y Webber, primero y segundo, respectivamente.
El asturiano ha firmado una excelente fase de clasificación, con un tiempo de 1:30:426, logrando la tercera plaza, por detrás de unos Red Bull, que están en otro mundo, ya que los cálculos estimados por Ferrari, eran de una décima de diferencia con respecto a dicha escudería, y no de ocho, como finalmente fueron, lo que motivo que Alonso, se bajase del F10 y mirase la parte trasera de los monoplazas azules, en busca de algo que deben llevar en la sesiones de entrenamientos, que les hace ir más deprisa, que el resto de escuderías.
A pesar de todo, tan aplastante diferencia se suele neutralizar a lo largo de la carrera, a lo que hay que añadir, la "guerra interna" entre Vettel y Webber, que ayer tuvo su punto más álgido, durante la rueda de prensa posterior, a la Q3, cuando Webber, molesto por haber tenido que usar el alerón delantero que desechó Vettel, en los entrenamientos manitales, cogió el vaso del agua y dio un golpe en la mesa, lo que provocó el estupor, de toda la prensa internacional.
Las palabras del oceánico no dejan lugar a dudas, "seguro que el equipo está contento con el resultado", acerca de la lucha que están viviendo en Red Bull, entre ambos pilotos, que son más rivales y enemigos que compañeros. Sin duda, una circunstacia similar a la vivida entre Alonso y Hamilton en la temporada 2007, y que terminó con Raikkonen, piloto de Ferrari, como campeón del mundo y la escudería italiana, como campeona del mundial de constructores. Sin duda, una circunstancia que puede afectar, de manera positiva, a Fernando Alonso, que saldrá detrás de ellos, y por delante, del actual líder del mundial, el británico Hamilton.
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