
Se acabó el maleficio de octavos de final, el Real Madrid estará el próximo viernes en el bombo del sorteo de la Champions League que se celebrará en Lyon (Suiza) y lo hará por la puerta grande y en honor de multitudes, goleando a su bestia negra en los últimos años, al Olimpique de Lyon (3-0), sellando sus credenciales al título continental y volviendo a recuperar la ilusión perdida tras estos seis años de ostracismo, cayendo en los octavos de final, algo impropio del " Rey de Copas de Europas", con nueve entorchados a sus espaldas.
De la mano de Mourinho, el eterno enemigo del barcelonismo, el Real Madrid ha vuelto a colarse entre los ocho mejores equipos del viejo continente, y lo hace de una manera brillante, ganando los cuatro partidos de Champions disputados en el Santiago Bernabeu, sin haber encajado ni un sólo tanto en el coliseum de la castellana, con 11 goles a favor y pasando por encima del Ajax de Amsterdam, el Milán y los franceses del Auxerre y ahora, del Olimpique de Lyon. Sin duda, números que acreditan a los merengues como uno de los grandes favoritos para ganar la Champions League y de paso, apagar la sequía de títulos continentales (ocho años sin ganar la Liga de Campeones) que persigue a los del paseo de la castellana.
Con (1-1) en el global de la eliminatoria, los de chamartín llevaron el peso del partido desde el inicio, dispuestos a dejar resuelta la contienda lo antes posible, desterrando los rumores de un posible conservadurismo de los de Mou, a los que les valía el (0-0) inicial, para pasar a cuartos de final. Así, en tan sólo cinco minutos, el Madrid gozaría de dos claras ocasiones para haber sentenciado la eliminatoria, la primera en un gran remate de Marcelo, el mejor de los madrileños junto a Özil en el día de hoy, que repelió junto al poste derecho el meta Lloris y la segunda, en un remate de cabeza de Khedira que se estrelló en el larguero tras un saque de esquina botado desde la parte derecha por Özil.
Con el Bernabeu volcado con su equipo, en una gran noche de Copa de Europa, respondiendo a la llamada de jugadores y entrenador, los anfitriones arrollaron al equipo galo en una sensacional primera media hora de partido, gozando de una tercera gran ocasión de gol, cuando se cumplía el primer cuarto de hora del choque, en una nueva jugada a balón parado, botada esta vez, por Xabi Alonso al corazón del área que cabeceó un incisivo aunque desafortunado Cristiano Ronaldo a las manos de Lloris.
Los de Puel estiraron líneas tras el asedio blanco, y en el minuto 25', enseñaron sus garras, en la que fue su mejor oportunidad en el partido, obra de Delgado que enganchó un "latigazo" desde fuera del área que despejó Casillas a córner, demostrando nuevamente, ser el mejor portero del mundo.
Otra conexión CR7-Özil, concluyó con una nueva ocasión del luso que tras marcharse de su par, el lateral diestro Réveillére, enganchó un nuevo "cañonazo" que blocó con gran genialidad Lloris.
En el minuto 37', el Real Madrid encontraría justo premio a tanta insistencia, nuevamente, por la banda izquierda y con Özil como protagonista, iniciando una gran combinación con Ronaldo que a su vez, enlazó con Marcelo que pisó el área gala y con dos sensacionales regates se deshizo de los centrales del Lyon (Cris-Lovren) y remató a la red, el primer tanto de su equipo (1-0).
Con más de media eliminatoria resuelta, los del Santiago Bernabeu pudieron ampliar la renta antes del descanso, en una nueva internada por el carril zurdo de Marcelo cuyo centro atrás fue rematado por Benzema, realizando Lloris, el "paradón" del encuentro, en otra sensacional jugada de dos de los futbolistas más en forma de este equipo, grandes culpables de la clasificación para los cuartos de final.
Antes del descanso y de la última jugada donde Marcelo dio el susto, al recibir una dura entrada de Cris, una nueva jugada de Marcelo y de Özil, la remató de cabeza Benzema, en fuera de juego, a las mallas francesas, anulando el tanto de manera correcta, el colegiado eslovaco Skomina.
En la segunda mitad, el "mou team" siguió manteniendo la misma intensidad de la primera parte, pudiendo haber logrado el segundo tanto en los primeros diez minutos de este segundo asalto, en tres nuevas ocasiones que tuvieron como protagonistas a Özil, Sergio Ramos y Xabi Alonso y que fueron repelidas por Lloris, el mejor del cuadro galo en el día de hoy.
Antes del (2-0), llegaría la jugada polémica del encuentro y el primer y único error de Skomina en el partido, en una gran jugada entre líneas de CR7 y Benzema que concluyó con el nueve blanco derribado por Réveillére dentro del área, en un claro penalti de dicho lateral diestro que no fue señalado por el árbitro eslovaco.
En el minuto 67', el Real Madrid pondría fin al cualquier intento de remontada visitante, en un balón robado por un genial Marcelo que asistió con una maravillosa asistencia entre líneas a Benzema que definió en el mano a mano con Lloris, con un remate raso que se coló entre las piernas de dicho cancerbero (2-0).
Con el Bernabeu recuperando la ilusión y convertido en una auténtica fiesta, llegaría la mejor jugada de los de concha espina en todo el partido, una de esas jugadas que de haber terminado en gol, entrarían en la leyenda del fútbol mundial, como aquellas que se enseñan en los escuelos deportivas. Así, el tridente creativo (Di María-Özil-Benzema) desarboló con sólo tres toques a la defensa del Olimpique, en una sensacional jugada que terminó con una soberbía volea de Benzema que desvió a córner Lloris, con la punta de sus guantes.
Entre tanto asedio madridista, el Lyon quiso ser el primer equipo en perforar las mallas de Casillas en la presente Champions, un premio que de haberse producido, hubiera sido injusto, por los escasos méritos demostrados por los de Puel no sólo en el Bernabeu sino en los 180 minutos que duró la eliminatoria. Así, un potente disparo de Gomis, autor del único tanto del Lyon en la eliminatoria, volvió a estrellarse en los brazos de Casillas que arrancó nuevamente, los aplausos de la grada de chamartín.
La guinda a este pastel mágico de Champions, la puso Di María aprovechando una gran asistencia entre líneas del arquitecto de este Real Madrid, Xabi Alonso, que con un sensacional pase en profundidad dejó al portugués sólo ante Lloris, anotando el veintidós merengue, con una sensacional vaselina, el (3-0) definitivo que mete al Madrid en cuartos de final, tras seis años cayendo en octavos de final, enterrando el maleficio que perseguía a la entidad del paseo de la castellana en los últimos seis años y sellando su candidatura al título de Champions, una Champions que contará con dos equipos españoles, Barcelona y Real Madrid, entre los ocho mejores del continente europeo.
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