La selección española disputa esta tarde (20:30, Teledeporte), la segunda semifinal mundialista de su historia, la primera fue en Túnez 2005, el año que la roja de balonmano ganó el primer mundial de su historia, y lo hace ante quizás, la mejor selección del mundial, Dinamarca, por encima incluso de la actual tricampeona Francia, en un intachable mundial de los daneses que han ganado los ochos partidos del mundial y que cuenta en sus filas con el mejor jugador del mundo en el tiro exterior, Mikkel Hansen, el segundo máximo goleador del mundial con 49 puntos, un jugador desequilibrante que militó hace apenas un año en el Barça y que es el principal arma del equipo nórdico. Sin embargo, el mejor equipo en ataque de este mundial (Dinamarca) se mide a una de las mejores defensas del mundial (España), un equipo sólido y equilibrado con un (5-1) que ha sido un auténtico muro para el resto de equipos del mundial, siendo fundamental la labor de Roberto García Parrondo y de Cristian Ugalde en los avanzados, desarrollándose una excelenta tarea defensiva que quizás pueda restarles protagonismo en ataque pero que ha sido fundamental para consolidar la seguridad en la parte de atrás, en partidos claves contra Alemania, Francia o Islandia.
Además de un excelente lanzamiento exterior, Dinamarca posee más virtudes, una altísima velocidad en un juego, con rápidos contragolpes materializados por sus extremos Lars Christiansen, Eggert o Lindberg junto a pivotes de primerísimo nivel como Knudsen y Noddesbo que la gran convierten en la gran favorita incluso por encima de Francia, para ganar este mundial de Suecia, tal y como ha señalado, el presidente de la Federación Española de Balonmano, Juan de Dios Román, "Es el mejor equipo del campeonato, por encima de Francia, el más completo en todas las facetas, pero este partido hay que jugarlo".
En las últimas horas, los daneses han manchado su gran actuación en este mundial y su tremenda superioridad sobre el resto de rivales, con la arrogancia y el menosprecio mostrado por algunos de sus jugadores como el extremo Lars Crhistiansen hacía nuestros jugadores, "Para nosotros es una ventaja enfrentarnos a España. Es un equipo más fácil que Francia", unas duras y provocativas declaraciones del extremo danés que sin embargo, no han encontrado la respuesta que quizás, Crhistiansen esperaba, de un equipo español unido y confiado en lograr la hazaña de derrotar a Dinamarca y colarse por segunda vez en su historia en una final mundialista.
El partido se disputará en la localidad sueca de Kristianstad, un pequeño pabellón con apenas 4000 espectadores muy cercano a Dinamarca por lo que miles de aficionados daneses darán colorido a las gradas y apoyarán a su selección que se sentirá como en casa. Sin duda, un condicionante más que juega en contra de España que sin embargo, confía en la solidez mostrada en todo el torneo, donde permanece imbatida (Francia y Dinamarca también) gracias a la solidez defensiva mostrada por el equipo, a las grandes actuaciones del guardameta nacional, Arpad Sterbik, al sensacional lanzamiento exterior de Alberto Entrerríos y Eduardo Gurbindo, el jugador más en forma de la roja, y a rápidos extremos como Juanín García, Ugalde o Albert Rocas, junto con la enorme labor realizada en el pivote por García Parrondo o Aguinagalde, unas virtudes que restan favoritismo al cuadro danés que tendrán que sudar, correr y sufrir más de lo que lo ha echo en estos primeros ocho partidos del mundial si quiere eliminar a España y meterse en la final del domingo ante el ganador de la primera semifinal que disputan Francia y la anfitriona Suecia.
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