
El Osasuna de Pamplona ha dado el "campanazo" en esta segunda jornada de la segunda vuelta, derrotando al Real Madrid por (1-0), con un gol de Camuñas en el minuto 62' que hizo justicia a un partido soso, ramplón, con un Madrid sin ideas y que sin Xabi Alonso en el once tituar tras sufrir una gripe, no aportó nada para ganar el partido, recibiendo un "mazazo" en la segunda mitad, al igual que ocurrió en Almería que le dejó muy tocado y con la primera derrota en esta segunda vuelta del campeonato liguero y que ya le sitúa, a sietes puntos del Barça, un Barça que tras los dos últimos tropiezos madridistas en Almería y en Pamplona, huele a Campeón.
Ni siquiera los revolucionarios cambios realizados por Mou, Xabi Alonso-Kaká-Adebayor, no evitaron ni siquiera la derrota, en un empate que hubiera sido visto, como un mal menor, atendiendo a como había transcurrido el encuentro.
Con Xabi Alonso en el banquillo tras sufrir esta semana un proceso gripal, Mourinho, planteó una alineación más defensiva que atacante, con Lass y Khedira formando en el doble pivote, dos jugadores que destruyen y no construyen, entregándole el balón a los osasunistas que dominaron sin ningún tipo de problemas el encuentro, hasta la reacción blanca, una reacción que llegó demasiado tarde, al igual que ocurrió en Almería hace quince días.
El "mou team", un equipo carente de fútbol y con la ausencia de Xabi Alonso, de un canalizador de juego que conectara con sus rápidos extremos, Cristiano Ronaldo y Di María, y con el jugador más creativo del equipo, Özil, sobrevivió en la primera mitad con largos pelotazos desde la primera línea del equipo, los centrales Carvalho y Albiol, en busca de la última línea, Ronaldo-Di María-Benzema, algo que sólo ocurrió en contadas ocasiones en este primera mitad, llegando el primer disparo a puerta en el minuto 33', en una conexión Ronaldo-Özil-Benzema que pudo ser el primer gol de los de la capital de España, en un remate de Benzema que detuvo a córner el meta rojillo Ricardo.
La mejor ocasión de este primer acto, sería para el cuadro navarro, en un centro de Camuñas desde la parte diestra que cabeceó en el corazón del área, el delantero Pandiani, en un remate que se marchó desviado por encima del marco de Casillas.
En la reanudación, un nuevo arreón de los anfitriones volvió a meter al Madrid en su propia área, adoleciendo del canalizador del equipo, Xabi Alonso, y de llegadas con peligro al área local.
Tal y como ocurrió hace quince días en el estadio de "Los Juegos del Mediterráneo", los del paseo de la castellana sólo despertaron con el tanto en contra, un gol que llegaría en una buena conexión, Aranda-Camuñas, que comenzó en un pase de Pandiani a la espalda de los centrales blancos que Aranda peinó hacía atrás, llegando Camuñas desde segundo línea, fusilando a Casillas (1-0).
El gol provocó el delirio en el "Reyno de Navarra", con un Osasuna que en este momento, vio la oportunidad de ganar al Madrid y comenzar a trabajar en dicha victoria, con más fe y mayor concentración en unos jugadores extramotivados y conscientes de la hazaña que estaban protagonizando en esos momentos.
Mourinho respondió rápido, al golpe dado por los pupilos de Camacho e introdujo un triple cambio, Alonso-Kaká y el debutante Adebayor por Lass-Albiol-Di María, pasando de un 4-2-3-1 a un 4-3-3, un esquema mucho más ofensivo que el anterior que permitió al Madrid recuperar el balón y encerrar a los rojillos en su propio campo. Sin embargo, los nervíos, la precipitación, la ausencia en muchos casos de ideas y el cansancio reflejado en jugadores como Cristiano Ronaldo que partido a partido, pelea sólo contra el mundo, fueron factores que jugaron a favor de los del Reyno de Navarra y en contra de los de concha espina.
Dos ocasiones de Benzema, ambas en dos cabezados que se marcharon por encima del marco de Ricardo y otros dos latigazos de Cristiano Ronaldo que no encontraron su objetivo, fue toda la reacción de un Madrid, incapaz de penetrar en la muralla defensiva planteada por Camacho tras el (1-0) y que suma su segunda derrota liguera, una derrota que puede significar el adiós definitivo al título liguero ya que los del Santiago Bernabeu siguen segundos pero a siete puntos del Barça, una distancia que puede resultar definitiva, atendiendo al rendimiento y a la forma de jugar desplegada por dichos aspirantes al título liguero. Sin embargo, si algo tiene este Real Madrid es una tremenda capacidad de sacrificio y de entrega incondicional a unos colores, dos valores innatos en esta institución y que les han echo lograr hazañas impensables, por lo que parece excesivo afirmar que en la segunda jornada de esta segunda vuelta, la diferencia de siete puntos entre Barça y Madrid es prácticamente definitiva para dirimir el nombre del campeón de dicha liga 2010-11.
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