La 45ª edición del Trofeo Joan Gamper, nos deja la fiesta del barcelonismo, con el regreso de Ronaldinho al Camp Nou y la victoria en penalties del conjunto catalán, ante el Milán de Ronnie, con tres paradones de Pinto, que se ha erigido en el héroe del equipo, en el día de hoy.
Con un equipo mezclado de titulares y suplentes, con los campeonísimos del mundo, Villa, Iniesta y Puyol como titulares, los de Pep dominaron el encuentro, especialmente, en la segunda mitad, donde la entrada de Bojan por Ibrahimovic, aportó mayor movilidad y rapidez en la delantera catalana, una dupla atacante, Bojan-Villa, que podría repertirse en esta campaña en muchos partidos.
A pesar de todo, Slatan se mostró más participativo que de costumbre, intentando agradar al barcelonismo, en su último encuentro como blaugrana, y de paso, enamorar a Allegri que será su nuevo entrenador, en su andadura milanesa.
Un gol anulado a Ibrahimovic, por fuera de juego, fue la mejor ocasión de los culés en estos primeros cuarenta y cinco minutos, donde el talento de jugadores como Pirlo, Ambrosini o Ronaldinho, frenó el empuje barcelonista, en este primer acto.
En la segunda mitad, una gran jugada desde la izquierda de Adriano, la remató de una gran volea a la red, Villa (1-0), en lo que ha sido, el primer tanto del asturiano con la camiseta del Barça. Sin duda, una muestra más, del olfato goleador que caracteriza, al siete de la "roja". Sin embargo, el buen fútbol de los locales y las ocasiones de gol que dispuso, sobre todo, en las botas de Bojan y Pedro, no se tradujo, en más goles, algo que pasó factura a los culés que vieron como en el minuto 67', un gran pase de Seedorf lo remató con gran maestría, Inzagui, haciendo la igualada (1-1).
Con el pitido final, el campeón del Gamper se dilucidó, en la tanda de penalties, una tanda que tuvo un gran protagonista, Pinto, el portero suplente del Barcelona que detuvo tres lanzamientos neroazzurros ( Seedorf, Pirlo y Jakulovski), siendo Yepes, el único jugador del Milán, en anotar.
Por su parte, Bojan, Messi y Thiago fueron los autores de los tres tantos blaugranas, fallando sólo Busquets, la pena máxima.
En definitiva, una fiesta del barcelonismo, en lo que fue, el homenaje a Ronaldinho, un jugador que ha marcado toda una época, en el Barça. Lógicamente, dicha celebración no podía tener otro final mejor que con el triunfo en penalties del Barcelona, en otra nueva edición del Trofeo Joan Gamper.
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