
No es sueño, es la realidad, no es una película de ficción, es 12 de julio de 2010, y somos Campeones del Mundo, hemos ganado el primer mundial de nuestra historia, y lo hemos echo con total superioridad, porque tenemos la mejor selección del mundo.
El gol de Iniesta en el minuto 117', en la segunda parte de la prórroga, nos ha subido al cielo del mundo, tocando una gloria que campeonato tras campeonato, nos ha dado la espalda, muchas veces por mala suerte y otras de manera injusta, por errores arbitrales, de árbitros nada imparciales, como el de ayer, el inglés Webb, un colegiado muy permisivo con Holanda, que debió haber expulsado en los primeros diez minutos de encuentro, a De Jong, por propinarle una patada en el pecho a Alonso, más propia de Karate que de fútbol, que sólo sancionó con amarilla.
A pesar de todos esos incovenientes, España ha sido mejor que todos sus rivales, incluido Suiza, la única selección que nos ha ganado en el mundial. Los nuestros supieron sobreponerse a ese inesperado revés, y ganar a Honduras y Chile, y meterse como primeros de grupo, evitando a Brasil.
En octavos nos cruzamos con la Portugal de Cristiano Ronaldo, a la que noqueamos con un gol de Villa, el "killer" español, que ha anotado cinco goles en esta copa del mundo, los mismos que el reconocido pichichi, el uruguayo Forlán.
En cuartos de final, Villa anotó a falta de ocho minutos para el final, el tanto de la victoria y el billete para las primeras semifinales de nuestra historia. Sería el central Puyol, el que nos metiera en la final, con un "soberbio cabezado", que apeó del sueño finalista, a una gran Alemania.
En la final, el albaceteaño Iniesta, ha entrado en el "olimpo de los dioses", tras lograr un gol, que vale toda una copa del mundo, un gol grabado en la retina, de los cuarenta millones de españoles que seguímos a la "roja", en la primera final de nuestra historia.
El encuentro comenzó con un dominio absoluto de los nuestros, que tuvieron en la botas de Sergio Ramos, el primer tanto del partido. El lateral derecho del Real Madrid, remató con su pierna derecha, una gran jugada personal que Stekelenburg desvió con los puños. Sin duda, un gran arranque de los pupilos de Vicente Del Bosque, que buscaron el gol en los noventa reglamentarios y en los treinta minutos de la prórroga.
La "terrorífica entrada" de De Jong a Xabi Alonso, y las duras entradas propinadas por los tulipanes sobre nuestros jugadores, impidieron a los "reyes del planeta", desplegar todo su fútbol, en un encuentro duro, marcado por la gran cantidad de tarjetas, 15 amarillas y 1 roja, mostrada por Webb, y por la benevolencia del mismo, hacía los nórdicos.
En la reanudación, Del Bosque dio entrada a Navas por Pedrito, y la selección llegó con más frecuencia al área rival, gracias a las internadas del sevillano, que perforó una y otra vez, la banda izquierda de Gio.
Un córner botado por Xavi, lo remató de cabeza, Sergio Ramos, por encima del larguero de Stekelenburg, en la mejor ocasión de los nuestros en todo el encuentro. Minutos después, llegaría otra gran oportunidad para España, en las botas de Villa, que cazó un rechace del meta holandés, a disparo de Iniesta, pero su disparo, lo sacó "bajo palos", Heitinga. Sin duda, dos grandes oportunidades, para haber finiquito el choque, en los noventa minutos.
Por su parte, Holanda gozó de su mejor ocasión, en una galopada de Robben que se plantó ante Casillas, pero su remate se estrelló, en las piernas del portero español. El guardameta del Real Madrid, volvía a ser, el salvador de la "roja", con una meritoria intervención, a falta de quince minutos, para el final del partido.
En la prórroga, el técnico salmantino, dio entrada a Cesc por Alonso, ganando en profundidad, con el mediapunta español, muy participativo. Sería el propio Fábregas, en el gozará de la mejor oportunidad de su equipo, en la primera parte de dicho "tiempo extra", en una sensacional asistencia de Iniesta que dejó a Fábregas, en un claro mano a mano con el meta holandés, que el diez español, estrelló en las piernas de Stekelenburg.
La gloria estaba reservada para Iniesta, una de las piezas esenciales de este equipo, que en el minuto 117', aprovechó un servicio de Cesc, para ejecutar el "gol de la victoria", con una maravillosa volea con su pierna derecha, que se coló en las mallas holandesas (0-1), un gol que vale una copa del mundo, y que alza al cielo de Johannesburgo, al mediapunta del Barcelona.
Con el pitidio final, el estallido de alegria de todos los jugadores españoles, y de toda España, contrastó con la decepción de los oranje, especialmente, de Robben, la gran estrella de su equipo. España se convierte en el octavo país del mundo, en conquistar un campeonato del mundo, y en el tercer equipo europeo, junto a Alemania y Francia, en ganar en cuatro años, una Eurocopa y un Mundial.
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