
El auténtico "killer" de esta selección española, es David Villa. El "guaje" ha sido junto a Forlán y Sneijder, el máximo goleador del mundial con 5 goles, siendo relegado de la "bota de oro", por una injusta decisión de la FIFA, que ha otorgado a Forlán, dicho galardón.
El siete de la "roja", se ha convertido en uno de los emblemas del equipo, y partido a partido, con sus decisivos goles, ha sido uno de los grandes culpables, de que España, sea a día de hoy, Campeona del Mundo.
Su doblete ante Honduras y su extraordinario tanto de vaselina a Chile, sirvieron para que la selección española, encauzase el rumbo, tras un horrible comienzo ante Suiza, y se metiese en octavos de final, como primera de su grupo H, evitando en dicha ronda a Portugal.
En los octavos, un nuevo gol de Villa, sirvió para noquear al conjunto luso, que tiene como gran estrella a Cristiano Ronaldo. Un gol que metía a España, ocho años después, en los cuartos de final, la "barrera fatítica", en anteriores citas mundialistas.
En un partido donde España fue superior a Paraguay, Villa marcó un gol, más propio de carambola de billar que de un partido de fútbol. Una sensacional jugada de Iniesta sirvió a Pedrito, el balón del (1-0), pero el remate del canario se estrelló en el palo. El rechace lo cazó Villa, estrellándose, nuevamente, su disparo, en el poste derecho y en el izquierdo, antes de entrar, en el marco sudamericano. Un gol que metía a la "roja", ese día de azul, en las primeras semifinales de una copa del mundo, donde nos esperaba una sensacional Alemania, que habia goleado a la Argentina de Maradona, en cuartos de final por (0-4).
En el mejor partido de los nuestros, Puyol nos metía en semifinales con un golazo de cabeza (1-0). El "guaje" gozó de dos grandes ocasiones, al inicio del encuentro, pero ese día, la suerte no estuvo de su lado.
Ya en la final, Villa tuvo en sus botas, el (1-0), en un remate de Iniesta que tras rechazar el meta Stekelenburg, le cayó al asturiano, cuyo disparo lo sacó, "bajo palos", Heitinga, en lo que pudo ser, el "tanto de la victoria", y el sexto gol del nuevo delantero del Barça, que le hubiese dado el "pichichi del mundial". Sin embargo, la gloria estaba reservada, para su futuro compañero en el Barcelona, Andrés Iniesta, que con una sensacional volea en el minuto 117', dio a España, el primer mundial de su historia.
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