
Parece que fue ayer y ya han pasado 365 días desde que Iniesta y la roja con nuestro capitán, Iker Casillas, al frente nos dieron a muchos una de las alegrías más grandes de nuestra vida, " Ver a España ganar su primer mundial de fútbol".
Fue una noche de 11 de julio de 2010, una noche donde todos los municipios de España, ya fuesen grandes o pequeños, se paralizaron. No sólo en España sino en el país africano de Sudáfrica y en concreto en Johannesburgo y su estadio "Soccer City", el escenario de la primera final africana de la historia y de la primera final de una copa del mundo que jugaba España.
¡¡¡ No podíamos fallar!!!, tras coronarnos dos años antes como Campeones de Europa tras 44 años sin hacerlo, España había enamorado al viejo continente y al mundo entero con un estilo de fútbol maravilloso y cautivador el conocido como "tiki-taka", un fútbol que desespera a rivales pero enamora a presentes sean o no españoles y que el día 11 de julio se coronó con toda justicia, como el mejor fútbol del momento con una selección que tocó por primera vez en su historia la gloria mundial.
A pesar de todo, el camino no fue nada sencillo, por lo menos no tan sencillo como lo había sido dos años antes en la Eurocopa de Austria-Suiza ya que tras una inesperada derrota ante Suiza (0-1) en el debut mundialista, en lo que fue un mal partido de los nuestros, las críticas de los siempre oportunistas de turno comenzaron a aparecer. Sin embargo, cuerpo técnico, jugadores y afición ( los que siempre hemos estado con ellos) cerramos filas en torno a este elenco de jugadores, el mejor de la historia del fútbol español, y seguimos creyendo en su seleccionador, Vicente Del Bosque, y en un grupo de jugadores que sólo se merece elogios y respetos.
España logró colarse en octavos de final, además evitando a Brasil, como primera de su grupo H con dos trabajadas victorias ante Honduras (2-0) y ante Chile (2-1), con el mejor David Villa, pichichi de la pasada Eurocopa, y que a la postre lo sería junto a Forlán (delantero de Uruguay) con cinco goles cada uno, logrando anotar tres de los cuatro goles de la selección española.
Ya en octavos, justo cuando se cumplían dos años de ganar la Eurocopa, en concreto un martes 29 de junio de 201o, con tres miembros de los cinco miembros que componen la ¡Quinta de Colón! (Cabello, Ángel y un servidor) presenciando el partido en la pantalla gigante colocada por Marca en el estadio Santiago Bernabeu, España derrotó a la Portugal de Cristiano Ronaldo y de Pepe por (1-0), con gol nuevamente de Villa que en ese instante, se alzaba como máximo artillero del campeonato del mundo con 4 goles en los últimos tres partidos.
La roja estaba en cuartos de final, la ronda fatídica de la selección española de fútbol, la misma ronda donde campeonato tras campeonato, España había tropezado en tres (Méjico 86, Usa 94 y Corea&Japón 2002) de los últimos seis mundiales, unas veces por la mala suerte y otras por malas decisiones arbitrales.
Sin embargo, esta generación es todo un ejemplo de superación y de pulverizar registros. Así, ante Paraguay en la prórroga con gol de Villa y tras parar Casillas un penalti a Cardozo en la segunda mitad con (0-0) y fallar Xabi Alonso una pena máxima que tuvo que repetirse injustamente, por segunda vez tras haber convertido el "14" español el primer lanzamiento, la roja de azul ese día, superaba la barrera de cuartos de final y se metía por segunda vez en su historia (la primera fue en Brasil 1950) en unas semifinales de una Copa del Mundo donde nos esperaba Alemania, subcampeona de Europa hace dos años, cargada de venganza y de grandes jugadores (Özil o Müeller entre otros) que había pasado literalmente por encima, a la Argentina de Maradona por (0-4) en la ronda de cuartos de final.
El día de San Fermín (7 de julio de 2010), España superó al cuadro bávaro con un soberbío cabezado de Puyol a la salida de un córner botado por Xavi Hernández y dos nuevos paradones en la primera mitad de uno de los héroes del equipo, Iker Casillas, capitán del equipo y el mejor portero del planeta.
Nuestra selección seguía haciendo historia y jugaría cuatro días después de aquella gesta, la primera final mundialista de su historia, el domingo 11 de julio de 2010 ante Holanda, otra gran selección que al igual que España y hasta la final, había demostrado un fútbol preciso en dicho mundial. Sin embargo, el buen fútbol que nos hubiera gustado ver en nuestros rivales no ocurrió y Holanda se convirtió en el rival más marrullero que le pudo tocar a los nuestros.
En la primera parte de la final, una terrorífica patada de Karate del mediocentro De Jong sobre Xabi Alonso merecedora de la inhabitación deportiva para el jugador tulipán, incomprensiblemente no fue sancionada con tarjeta roja por un pésimo colegiado, Webb, que no estuvo a la altura de una finalísima de tal calibre.
A pesar de las circunstancias y del juego duro, superando lo estipulado en el reglamento FIFA por parte holandesa, España superó con total autoridad y justicia a los nórdicos que sin embargo, tuvieron dos grandes oportunidades para haber noqueado a España, ambas en las botas del ex jugador del Real Madrid, Arjen Robben, que sin embargo, se topó esa noche con su ex compañero madridista y gran salvador de la roja, Iker Casillas, que repelió con el pie izquierdo y con la mano derecha dos manos a manos ante el extremo holandés.
Por su parte, España también gozo de dos ocasiones en las botas de Villa para haber matado el partido en los noventa reglamentarios sin embargo, la gloria estaba ya reservada para un manchego, en concreto de la provincia de Albacete, de un munipio llamado Fuentealbilla, un chico humilde llamado Andrés Iniesta que llevó a los nuestros a la gloria en el segundo tiempo de dicha prórroga logrando batir de volea y con su pierna diestra al meta Stekelenburg, en una jugada imborrable en las mentes de todos los millones de españoles que presenciamos dicha final.
España entera estalló de alegria aquella noche de julio de 2010, cuando Iniesta hizo el tanto de la final y todo el conjunto español, a excepción del meta Casillas, que lloraba de emoción en la otra parte del campo, se fundían en un abrazo en el córner izquierdo del ataque español.
Con el pitido final y España estallando de alegría, Casillas nos alzó a la gloria de los cielos, levantando la Copa del Mundo al cielo de Johannesburgo y del mundo entero, porque desde ese día, España entera es Campeona del Mundo.
En nombre de la ¡¡Quinta de Colón!! y desde una profunda emoción al recordar tal gesta deportiva, sólo puedo decir, GRACIAS ANDRÉS, GRACIAS IKER, GRACIAS VICENTE, GRACIAS SELECCIÓN POR HACERNOS SENTIR DURANTE LOS PRÓXIMOS CUATRO AÑOS, LOS REYES DEL MUNDO. ¡¡¡ VIVA ESPAÑA!!!.
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