
El Real Madrid juvenil ha logrado un valiosísimo empate ante el Olimpique de Marsella (1-1) en su tercer y último partido del grupo B de esta liguilla final del mundiato de clubes sub 17 que les mete en semifinales como primeros de dicho grupo B donde se cruzarán con su principal rival deportivo, el F.C. Barcelona, segundo del grupo A tras el Corinthians brasileño, actual campeón de la edición pasada (2010) y campeón del grupo A que se enfrentará contra el Marsella en la otra semifinal del torneo.
A pesar de ir la mayoría del encuentro por detrás en el marcador, los blancos fueron superiores en todo momento a los franceses del Marsella que sólo pudieron detener las embestidas merengues con juego duro y la mayoría de las veces rozando el límite de lo reglamentario.
Las mejores ocasiones cayeron del lado español, especialmente, obra de Fran Pastor y sobre todo, de Gonzalo Melero, los dos hombres más incisivos de este juvenil C del Real Madrid a lo largo de todo el torneo. Sin embargo, la excesiva precipitación de dichos jugadores impidió en las tres claras ocasiones que dispusieron el primer tanto de los blancos.
Antes del gol galo, llegaría la mejor oportunidad de los de Valdebebas, en un remate de Pruden a pase de Gonzalo que se marchó rozando el poste derecho del meta Ibrahima.
La injusticia del fútbol llevaría al Olimpique a ponerse por delante, justo en las postrimerías del descanso, en un rápido contragolpe por el carril diestro de Jonathan Santiago que conectó con Rafadine que a su vez, al primer toque cedió a Bonelli que fusiló a Olmedo (1-0), resultado con el que concluiría el primer acto y que dejaba al Marsella como primero de grupo y relegaba al Madrid al segundo puesto de este grupo B.
En la reanudación, el tercer juvenil madridista volvió a asediar el marco de Ibrahima aunque nuevamente, la precipitación de los delanteros blancos en los metros finales impidió el empate de los de la capital de España.
Ramis movió ficha intentando aportar mayor velocidad, frescura y dinamismo en la delantera merengue con la entrada de José Rodríguez y Pozo, autor del tanto de la victoria ante el Benfica, por Fran Pastor y por Gonzalo Melero.
El Madrid fue dueño y señor del partido con un Marsella agazapado atrás y jugando nuevamente, al borde del reglamento con duras entradas que llevaron en ocasiones a desquiciar a los jugadores madridistas. Sin embargo, esta vez la justicia prevaleció y el fútbol de los de Ramis tuvo su premio en el minuto 93' de partido, en una gran jugada de José Rodríguez que combinó con Prudén que tras penetrar por el costado derecho del ataque madrileño y llegar a la línea de fondo asistió al punto de penalti donde Álex Jiménez fusilaba a bocarrajo a Ibrahima (1-1), un gol que provocó el delirio en los jugadores del Real Madrid tanto en el césped como en el banquillo y que desquició al Olimpique sobre todo, a Diop que pagó su enfado y la impotencia de perder "in extremis" el primer puesto del grupo B en beneficio del Real Madrid realizando una dura entrada al autor del empate, Aléx, pisándole en la espalda cuando este se encontraba tendido en la césped lo que originó la habitual tangana entre jugadores y cuerpo técnico de ambos conjuntos y terminó con Diop, expulsado con todo merecimiento, en lo que fue una clara muestra de la falta de "fair play" que suele acompañar una vez a los equipos franceses, especialmente, al Olimpique de Marsella, un conjunto que por desgracia, suele prodigarse con asiduidad en estos menesteres.
No hay comentarios:
Publicar un comentario