Además del pinchazo del Barça en "El Molinón" ante el Sporting de Gijón (1-1), la jornada 23ª del campeonato liguero, nos deja las derrotas de Atlético de Madrid (1-2) ante el Valencia en el estadio Vicente Calderón y del Sevilla, "in extremis", ante el Racing de Santander (3-2) en "El Sardinero", logrando noquear a los hispalenses con un tanto de Arana en el descuento en un partido loco y vibrante, tal y como lo escenificó en el palco del estadio santanderino, el presidente racinguista y máximo mandatario del club, el multimillonario indio Syed.
El primer partido que inauguraba este jornada veintitrés del campeonato nacional de liga, nos dejó a un Atleti, "tocado y hundido", un equipo inoperante que se aleja definitivamente del sueño de la Champions, dice adiós a pasos agigantados a pelear por Europa esta temporada, se precipita en caída libre hacía las zonas peligrosas de la clasificación pero cuya directiva vuelve a confiar en su técnico, Quique Sánchez Flores, el héroe colchonero la pasada campaña con el título de Europa League y en agosto del mismo año, con la Supercopa de Europa, logrando un doblete europeo histórico que rompía dieciseis años de sequía, quizás demasiado tiempo para no serle fiel en una temporada agónica, con el Atleti fuera de la Europa League en la primera fase, eliminado en cuartos de final de la Copa del Rey ante su eterno rival, el Real Madrid, y octavo en la tabla con 30 puntos, en una jornada que puede concluir undécimo, a diez puntos de Europa, si ganan todos sus rivales directos en la licha por Europa, Español, Sevilla, Getafe, Real Sociedad y Mallorca.
El encuentro de ayer ante el Valencia, escenificó la inoperancia de un equipo irregular, carente de ideas en el mediocampo, frágil en defensa y que sobrevive de los "chispazos" de calidad de algunas de sus estrellas atacantes. La estrella emergente del día de ayer fue Reyes que con un golazo en el minuto 3', puso a su equipo por delante (1-0), manteniéndolo con vida hasta que sus compañeros de la línea defensiva, tiraron todo el buen trabajo realizado por el utrerano, especialmente, en la primera mitad. Así, una "pifia" del central Perea, experto en estas lindes, fue aprovechado por Joaquín para fusilar a De Gea (1-1) e igualar la contienda al filo descanso, al que se llegaría con tablas en el marcador y la sensación de un nuevo descalabro colchonero.
Los pronósticos se cumplirían en una segunda mitad, donde los cambios introducidos por Quique (Mario Suárez por Raúl García) y (Juanfran por Fran Mérida) lejos de mojorar la situación, la agravaron aún más, con un Valencia como auténtico dominador del choque que sin embargo, pudo ser para al Atlético de Madrid en una pena máxima señalada por Fernández Borbalán tras un derribo de Maduro a Reyes, el mejor de los rojiblancos en el día de ayer pero que Diego Forlán desperdició, confirmando un "paupérrimo estado de forma" y su ya público divorcio con la grada del Vicente Calderón.
A falta de cinco minutos para el final, Joaquín apuntilló al Atlético, en una gran jugada de Topal y Pablo Hernández que el del puerto de santamaría, materializó en el definitivo (1-2) que hunde a los de la ribera del manzanares dejando a Quique al borde del K.O. y mete de lleno a los chés, en la tercera plaza liguera con 47 puntos, a la espera del Deportivo de la Coruña-Villareal de esta tarde (19:00, Canal + Liga y Gol TV).
En el encuentro de esta jornada de sábado, el partido en abierto de La Sexta y las autonómicas y que por lo visto, su obligatoriedad hace muchísimo daño a los clubes de primera y segunda división que quieren ir a la huelga el fin de semana del 2-3 de abril del presente año, el Racing de Santander se llevó la victoria por (3-2), en un encuentro cargado de tensión, de nervios y de incertidumbre y que terminó con el lamentable comportamiento en el palco del Sardinero, del presidente y mandatario racinguista, Alí Syed, celebrando efusivamente, el último tanto de los cántabros que les daba la victoria en el debut de Marcelino, como nuevo entrenador santanderino.
Los locales comenzaron adelantándose en el marcador (1-0), con un tanto de Christian en el minuto 3', aprovechando un mal despeje de Palop, para firmar de cabeza, el primer tanto del encuentro.
El Sevilla no tendría su noche, como se desmostraría en los siguientes diez minutos del partido, los que iban del minuto 10' al 20', desperdiciando Negredo una pena máxima cometida por Christian tras derrobar dentro del área a Navas que el delantero vallecano mandó al limbo.
El fallo de Negredo espoleó a los locales que en el minuto 20', harían el (2-0), en una desgraciada jugada para la zaga sevillista personificada en el mediocampista Rakitic que despejó erróneamente, una falta lanzada por Kennedy, introduciéndose el esférico en las mallas hispalenses.
Los del Sánchez Pizjuán lograrían recortar diferencias, en una falta cometida por Christian que derribó a Dabo, enseñándole Iturralde González, la segunda amarilla y expulsando a dicho defensor que vio desde el túnel de vestuarios como el Sevilla apretaba el marcador (2-1), con un cabezado de Fazio en dicha falta sacada con maestría por Rakitic.
En el segundo tiempo, Manzano buscó la igualada con dos cambios valientes (Dabó por Capel) y (Luis Fabiano por Alexis), en una segunda mitad que fue de claro dominio andaluz que igualaría la contienda (2-2), a falta de ocho minutos para la conclusión del encuentro, tras un penalty cometido por Kennedy sobre Capel que Luis Fabiano transformó, engañando al meta racinguista, Toño.
Con el partido expirando y el empate en la mente de los jugadores sevillistas, llegaría la jugada clave del encuentro, en un nuevo error de Palop que fue aprovechado por Arana para marcar el definitivo (3-2) en tiempo de descuento, desatando el delirio en la grada del Sardinero y especialmente, en el palco de autoridades, con el mandatario indio, Alí Syed, celebrando el gol de manera efusiva demostrando que el talento, la calidad y la garra mostrada por los hombres de Marcelino sobre el terreno de juego contrastan con la lamentable actuación de "neofitos del balompié" que se insertan a base de grandes cantidades de dinero en los clubes de fútbol, dañando la imagen del club y a la larga y en la mayoría de las ocasiones, ocasionando la ruina institucional y deportiva de dichos equipos de fútbol, algo que esperemos sea una excepción, en este Racing de Santander que tras la destitución de su entrenador, Miguel Ángel Portugal, ha hecho bueno el lema de "entrenador nuevo, victoria segura", derrotando al Sevilla que con este transpiés, ve frenadas sus opciones europeas, siendo séptimo con 31 puntos a seis del Español que hoy recibirá la visita del Real Madrid, en un duelo donde pericos y madridistas necesitan la victoria, unos para seguir estando en Europa y los otros, para aferrarse a sus opciones ligueras tras el sorprendente pinchazo liguero del líder, el Barça (1-1), ante el Sporting de Gijón.
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