
Si alguien hubiese pronosticado a principios de temporada que la Caja Mágica, un pabellón no deseado por ni por los propios jugadores del Real Madrid ni por sus aficionados que veían un recinto nada apto para la práctica del baloncesto, con las gradas demasiado alejadas de la pista debido a los palcos vip diseñados para la práctica del tenis y no del basket, sería un feudo “inexpugnable” para los merengues, con diecisiete victorias en diecisiete partidos disputados, siete de ellos en Euroliga, le hubiesen tachado de loco. Sin embargo, la historia no es predecible, es totalmente cambiante, y lo que hoy parece imposible mañana puede ser totalmente factible.
Eso es lo que ocurre a este Real Madrid, un equipo que no maravilla por su basket, con altibajos constantes en la mayoría de sus encuentros pero con una virtud innata en la institución de Chamartín, la resistencia, el no bajar los brazos y la fe en la victoria. Así es como este Real Madrid se ha hecho mítico y así es como este equipo de Messina reencarna esos mismos valores que le han permitido ganar nueve copas de Europa en la sección de fútbol y ocho en la de baloncesto.
Este año, el camino se antoja más sencillo, la esperanza en romper el maleficio que persigue a los blancos desde la campaña 1995-96, el último año en que jugaron una “final four”, es cada vez más real, con el equipo líder del grupo G con tres victorias y rozando los cuartos de final, además con altas posibilidades de entrar como primeros de grupo, lo que daría a los merengues la ventaja del factor cancha.
Logros aparte, los de la Caja Mágica saldaron el compromiso más complicado que han tenido en dicho pabellón en lo que llevamos de temporada, llegando a levantar un arrollador parcial de (2-14), poniéndose por delante en el segundo cuarto (26-23) y (28-27), una ventaja que volvería a vertebrarse en contra de los madrileños que sucumbieron al descanso (40-46) y que vivieron en el alambre durante el tercer cuarto al que se llegó con empate a 65 para volver a sufrir en el cuarto parcial (70-76) y (76-79), recibiendo Sergio Rodríguez una falta personal desde la línea de triples, lo que permitió al canario gozar de tres tiros libres para empatar el partido a 79, ante el silencio temeroso del pabellón madrileño que contuvo la respiración en los tres tiros que lanzó Sergio, estallando el delirio con el empate a 79 que mandaba el partido a la prórroga, donde el Madrid fue superior y se impuso por (89-86).
Real Madrid y Efes Pilsen se enfrentaban por el primer puesto del grupo, un partido que se antojaba difícil y complicado, como ya pronosticó en la previa el propio Messina.
El arranque del Efes Pilsen fue espectacular, con un parcial de (2-14) en el ecuador del primer tiempo, con Rakocevic (16 puntos) y Thorton (18 puntos), destrozando desde el perímetro a los anfitriones, lo que obligó a Messina a solicitar su primer tiempo muerto del partido. Así, los del paseo de la castellana tardaron cinco minutos en volver a anotar, y lo hicieron con un triple de Prigioni (5-14), el primer triple de los madridistas en el partido que sin embargo, espoleó a los de Messina que con un parcial de (8-0), con siete puntos consecutivos de Tucker, volvieron a enchufarse al encuentro (13-16), en un primer cuarto que el Real Madrid llegó a perder de doce puntos y que concluyó con el conjunto español a un sólo punto de los turcos (18-19).
El arranque del Efes Pilsen fue espectacular, con un parcial de (2-14) en el ecuador del primer tiempo, con Rakocevic (16 puntos) y Thorton (18 puntos), destrozando desde el perímetro a los anfitriones, lo que obligó a Messina a solicitar su primer tiempo muerto del partido. Así, los del paseo de la castellana tardaron cinco minutos en volver a anotar, y lo hicieron con un triple de Prigioni (5-14), el primer triple de los madridistas en el partido que sin embargo, espoleó a los de Messina que con un parcial de (8-0), con siete puntos consecutivos de Tucker, volvieron a enchufarse al encuentro (13-16), en un primer cuarto que el Real Madrid llegó a perder de doce puntos y que concluyó con el conjunto español a un sólo punto de los turcos (18-19).
Los primeros minutos del segundo cuarto fueron de tanteo en el marcador, alternándose ambos equipos en el electrónico con ventajas de uno a dos puntos. Sin embargo, un nuevo arreón del cuadro otomano, con un enchufadísimo Vujcic (9 puntos), auxiliado por el trabajo sobre la pintura de Roberts (10 puntos), abriría una pequeña en el marcador (40-46), resultado con el que se llegaría el descanso.
En el tercer cuarto, la aportación de Tucker sería decisiva, 16 puntos al final de este cuarto, anotando ocho puntos consecutivos con 4/4 en tiros de dos, para igualar el partido a 54, a falta de cinco minutos para el final de este tercer asalto, un tercer asalto que sería el más igualado de todos, donde Tucker primero y el desacierto en el tiro exterior del Efes Pilsen (4/12) después, mantuvieron la igualdad a 65.
En el último cuarto, la conexión Nachbar-Thorton puso contra las cuerdas a un Real Madrid (70-76), seis abajo a menos de dos minutos y medio. Sin embargo, el cuadro de Chamartín nunca arrojó la toalla y apeló nuevamente al honor y al orgullo para salvar el encuentro y mantener la imbatibilidad en la Caja Mágica. Así, un triple de Roberts (76-79) a diecinueve segundos de la conclusión, parecía matar a un Madrid que se precipitó en la jugada siguiente, lanzando tres lanzamientos de triples consecutivos, fallados por Tucker, Mirotic y Sergio Rodríguez, este último recibiendo una personal y gozando de tres lanzamientos desde la línea de tiros libres para empatar el partido a 79, con 2,6 segundos en el reloj.
Con la Caja Mágica conteniendo la respiración, el ex jugador de la NBA no falló, convirtiendo los tres lanzamientos y empatando el partido a 79 y mandando el encuentro a la prórroga tras un posterior tapón de Tucker a Murray.
El delirio del pabellón madridista llevó en volandas a un Real Madrid que vio la derrota pasar por delante suya pero que volvió a esquivarla como en Siena y en Manresa, para terminar asestando el golpe definitivo en la prórroga (89-86), con tres puntos de Mirotic, un triple de Sergio Rodríguez, el héroe de los de concha espina en el día de hoy, un mate de Dór Fisher y dos últimos tiros libres anotados por Prigioni.
En definitiva, una importantísima victoria que deja al Real Madrid líder de su grupo con tres victorias de tres posibles, rozando los cuartos de final y consolidándose en la primera plaza de dicho grupo G, con Efes Pilsen y Montepaschi de Siena, segundo y tercero, respecticamente, con tres puntos cada uno, cerrando el grupo el Partizán de Belgrado con cero puntos, tras caer derrotado en su cancha (58-66) por los italianos del Montespachi.
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