
Que el Atlético de Madri
d es un equipo irregular capaz de lo bueno y lo malo, es un rasgo que define a la institución del Manzanares, una virtud o un defecto según se mire que provoca partidos infumables y al borde de la desesperación y del ridículo (como el 4-1 liguero ante el Hércules) pero que también provoca noches de gloria, la mayoría inesperadas como la de esta noche, cuando la presión apretaba el nudo de la corbata del técnico Quique Flores, obligado a sacar la victoria y sin contar con su gran estrella, Kun Agüero, lesionado para los próximas dos o tres semanas. Sin embargo, en estas circunstancias más complicadas es donde se crece el Atleti, donde demuestra ser un grande del fútbol español, capaz de noquear a cualquier rival por complicado que sea. Así, el conjunto rojiblanco nos recordó esta noche al mejor Atlético del pasado año, ese equipo que logró el doblete europeo ( Europa League y Supercopa de Europa) y que volvió a reconciliarse con el dios Neptuno, abandonado a su suerte en quince años de ostracismo.

Los colchoneros noquearon a un Mallorca (3-0), en un partido donde brilló Forlán, el socio de Agüero, que con la ausencia del argentino se erigió en el líder de su equipo, confirmando su reconciliación con el gol, tras lograr su segundo gol en los dos últimos choques y que en el día de hoy, significó el tanto de la tranquilidad (2-0), resultado con el finalizaría la primera mitad.
El encuentro comenzó con una revolucionaria alineación de Sánchez Flores, con seis bajas con respecto al equipo titular que jugó en los cuartos de final coperos, con Godín en el centro de la zaga y Valera en el lateral diestro, como novedades en la defensa atlética. A su vez, la entrada de Tiago en el mediocampo con Assunçao aportó mayor profundidad al juego de los madrileños mientras que la entrada de Fran Mérida y del debutante Elías, en los extremos del Vicente Calderón, junto con Reyes y Forlán en la parte atacante, contribuyó a un aumento de la capacidad goleadora de los anfitriones.
A pesar de todo, la primera ocasión del partido fue para Víctor, en una internada desde el lado diestro de Nsue que el delantero bermellón remató por encima del meta De Gea. Sin embargo, sería el Atlético el que golpease primero, en un córner botado por Reyes que cabeceó Valera en el primer palo a la red (1-0). Un gol que dio alas a los rojiblancos que dominó a partir de ese instante, el partido, gozando de tres claras ocasiones, dos de ellas en disparos lejanos del debutante Elías y otra de Forlán que la falta de puntería del ex del Corinthias y una buena parada del meta mallorquín Aouate impidieron un gol del nueve colchonero en debut liguero.
La lesión de Víctor obligó a Laudrud a modificar el esquema, introduciendo un mediocampista más, cinco mediocampistas, con Webó como único punta atacante. Así, los baleares tuvieron más el esférico y gozaron de dos ocasiones, la primera de ellas en un disparo lejano de Guzmán que detuvo sin problemas De Gea y la segunda, en una buena conexión del "Chori" Castro con Webó que el delantero africano no logró a materializar, repeliendo su flojo remate, raso y cruzado, el cancerbero del manzanares.
Los pupilos de Sánchez Flores volvieron a golpear (2-0), con un rápido contragolpe conducido por Fran Mérida que asistió entre líneas a Forlán que batió al meta Aouate, con un disparo que se coló entre las piernas de dicho guardameta.
Tras el descanso, el Mallorca buscó con mayor insistencia la portería rival, buscando recortar diferencias en el marcador. Sin embargo, De Gea se erigía nuevamente, en el salvador de su equipo, recuperando con esta gran actuación, el nivel mostrado meses anteriores y que le ha llevado a ser, el portero titular del club rojiblanco. Así, una falta lanzada por De Guzmán, se envenenó y obligó a De Gea a repeler el esférico con su guante derecha, enviando el balón a saque de esquina.
Los insulares gozarían de dos nuevas ocasiones, la primera en las botas de Castro cuyo remate se estrelló en el poste derecho tras tocar previamente De Gea, en la mejor ocasión de los de Laudrud hasta ese momento, en el partido. Antes del penalty de Antonio López a Webó, este último gozó de una nueva ocasión para batir al portero toledano pero el remate del killer balear se estrelló de nuevo, en la manopla diestra de David De Gea.
Con el Mallorca volcado sobre la portería atlética, llega su mejor ocasión, en un agarrón cometido por Antonio López dentro del área sobre Webó que el colegiado Ayza Gámez señaló como penalty, expulsando al lateral del Atleti con roja directa, al ser el último defensor.
Con el Calderón conteniendo la respiración, De Gea volvió a encumbrarse como un soberbío guardameta, detiendo el lanzamiento del ex de Osasuna, ante el delirío de toda la grada del manzanares. Sin duda, el parandón de portero rojiblanco, natural de la localidad toledana de Illescas (Toledo), disipó los fantasmas que tras unas actuaciones irregulares por parte de dicho cancerbero, hablaban de un cambio en la portería del Vicente Calderón e incluso de una salida del portero titular de la selección española Sub-21.
El gol oxígeno a los locales que volvieron a adueñarse del balón y a imponer el ritmo del encuentro. Así, una entrada a destiempo de De Guzmán, igualó la inferioridad numérica, con ambos conjuntos con diez jugadores sobre el césped.
Con los visitantes volcados sobre el marco rival a un intento desesperado por recortar diferencias en el marcador, un nuevo contragolpe de los madrileños lo culminó Reyes en el (3-0), cerrando el utrerano, con un gran gol, una sensacional actuación.
En definitiva, una importantísma victoria que deja al Atlético de Madrid en puestos de Europa League, sextos con 30 puntos, a siete de la Champions que marca el Valencia, cuarto con 37 puntos y con toda una segunda vuelta por delante donde los rojiblancos esperan recuperar su mejor juego y los buenos resultados para terminar la temporada en Liga de Campeones, el verdadero objetivo del Atlético de Madrid en esta campaña 2010-11.
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