
Los Ángeles Lakers han patinado y no sobre hielo, esta noche ante los Kings de Sacramento por (95-100), el tercer peor equipo de la NBA y que pasó por encima de unos Ángeles Lakers, llegando a gozar de una renta de veinte puntos en el tercer cuarto (61-81), en el que sin lugar a dudas, fue el peor partido de los locales en todo lo que llevamos de temporada.
La única noticia positiva de la noche llegó de las manos de su gran estrella, Kobe Briant, que caminó sólo contra el mundo, firmando 33 puntos, convirtiéndose en el octavo máximo anotador de la historia de la NBA (26946 puntos), sólo superado por auténticos mitos de este deporte como Elvin Hayes, Moses Malones, Shaquille O'Neil, Wilt Chamberlain, Michael Jordan, Karl Malone y Karim-Adul Jabbar.
Los angelinos liderados por Briant comenzaron el partido dominando a los Kings, con un sensacional Briant que a los pocos minutos de partido, lograría los trece puntos necesarios para superar a Olajuwon y situarse como el octavo máximo anotador de los amarillos. Así, el primer periodo fue para los de Philadelphia por un igualado (33-30), gracias a la conexión Casspi-Cousins que concluyeron el encuentro con 20 y 27 puntos respectivamente.
En el segundo cuarto, la entrada en pista de los suplentes Landry (12 puntos) y Dalembert (18 puntos), neutralizó a la pareja amarilla, Bynum-Gasol que no tuvieron su día, anotando sólo 12 y 9 puntos respectivamente. Así, los de Sacramento liderados por Cousins, el mejor de su equipo, y con el excelente trabajo interior de Landry y Dalembert, situaron a los Kings, cuatro puntos arriba (55-59).
En el tercer tiempo, la falta de intensidad de los bicampeones de la NBA, tal vez pensando más en el encuentro del domingo ante los Boston Celtics que en finiquitar el trámite de los Kings, fue aprovechado por los de Sacramento que con un sensacional Cousins y Dalembert, este último espectacular en el juego exterior, dispararon la diferencia a los veinte puntos (61-81), en un tercer cuarto que en los últimos minutos del mismo, dio muestras de una pequeña reacción de los Lakers que con un enchufado Bynum asistido por Odom, redujo la renta de los 20 a los 14 puntos de desventaja (71-85).
En el último asalto del partido, los Lakers pusieron en pista a su arsenal, llegando a apretar el encuentro a sólo cuatro puntos (89-93), gracias a un mate de Gasol que parecía querer despertar. Sin embargo, los últimos cuatro minutos de partido confirmaron el mal encuentro de los Lakers, demasiado erráticos en la pintura, transformándose el sueño de los Sacramento Kings en realidad, logrando una sorprendente victoria por (95-100), en la decimocuarta derrota de los angelinos que con este pequeño traspiés, rompen una racha positiva de ocho triunfos consecutivos.
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